Nuestra hermana menor

Estreno Especial 

Nuestra hermana menor

(Umimachi Diary, Japón, 2015, DCP, 128’, AM13)
Dirección: Hirokazu Koreeda. Con Haruka Ayase, Masami Nagasawa.

Sachi, Yoshino y Chika son tres hermanas que viven en Kamakura (Japón), en la casa de su abuela. Un día reciben la noticia de la muerte de su padre, que las abandonó cuando eran pequeñas. En el funeral conocen a la hija que su padre tuvo trece años antes y pronto las cuatro hermanas deciden vivir juntas.

Mejor Película y Mejor Director – Premios de la Academia Japonesa 2016.
Premio del Público – San Sebastián International Film Festival 2015.
Selección Oficial – Cannes Film Festival 2015.

Nuestra hermana menor se concentra en detalles cotidianos, en el énfasis o el recato de aquello que se dice durante el desayuno o la cena, en paseos aparentemente poco extraordinarios. Aunque, de tanto en tanto, el relato presenta conflictos complejos ligados a la experiencia humana: la posibilidad de una mudanza a otro país, la muerte de un ser querido y, desde luego, los dolores y alegrías del crecimiento. No es menor la relevancia de los personajes secundarios, que la narración utiliza como contrapunto al núcleo dramático. Más allá del cuarteto de intérpretes centrales, representantes del cine japonés contemporáneo, Koreeda contó con un notable pelotón de actrices veteranas, entre otras Midoriko Kimura y la recientemente fallecida Kirin Kiri, vista hace algunos meses en el papel central de Una pastelería en Tokio, de Naomi Kawase. En las relaciones entre las cuatro chicas y su contacto con otras personas, pautados por el paso del tiempo y los cambios de las estaciones –toda una tradición en el arte japonés en general–, Koreeda va tejiendo laboriosamente la tela sobre la cual se va dibujando la silueta del drama.
Sin decirlo en voz alta, Nuestra hermana menor termina escribiendo un pequeño pero potente tratado sobre la construcción de la identidad, tanto la personal como la colectiva, un relato de maternidades abandonadas y asumidas -con toda su carga de amor y también de sufrimiento- donde el pasado convive con el presente, no sólo a partir de los recuerdos sino a través de gustos y aromas concretos: el licor de cereza de la abuela añejado en un frasco o el particular olor de un kimono heredado. El gran logro de Koreeda en esta película, algo subvalorada desde su lanzamiento mundial hace tres años, radica precisamente en la falta de estridencias, en su laboriosa construcción hecha no sólo de elementos presentes en los diálogos y miradas sino también por otros que apenas pueden ser intuidos.

Diego Brodersen – Diario Página12

Jueves 7/2, 18:00 y 23:00 hs.
Viernes 8/2, 15:30 y 20:30 hs.
Sábado 9/2, 18:00 y 23:00 hs.
Domingo 10/2, 15:30 y 20:30 hs.
Lunes 11/2, 18:00 hs.
Martes 12/2, 20:30 hs.
Miércoles 13/2, 18:00 hs.