Lady Bird
(Lady Bird, EE.UU., 2017, DCP, 94’, AM16)
Dirección: Greta Gerwig. Con Saoirse Ronan, Laurie Metcalf.
Una joven estudiante que se hace llamar «Lady Bird» se muda al norte de California para pasar allí su último año de instituto. La joven, con inclinaciones artísticas y que sueña con vivir en la Costa Este, tratará de encontrar su propio camino y definirse fuera de la sombra protectora de su madre.
2017: Premios Oscar: 5 nominaciones incluyendo mejor película y director.
2017: Globos de Oro: Mejor película comedia o musical y actriz (Saoirse Ronan).
2017: American Film Institute (AFI): Top 10 – Mejores películas del año.
2017: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor película y actriz (Ronan).
2017: Círculo de Críticos de Los Angeles: Mejor actriz sec. (Metcalf).
“El cine estadounidense nos ha regalado decenas de películas sobre los tramos finales del colegio secundario, el baile de graduación, la iniciación sexual, la amistad adolescente, la conflictiva relación con los padres y las dificultades para el ingreso a la universidad (que allí implica en muchos casos un enorme esfuerzo económico y el viaje a otra ciudad, que deriva en el ingreso definitivo en la vida adulta).
Lady Bird aborda todos esos tópicos (y algunos más), pero se desmarca de los lugares comunes de este auténtico subgénero a fuerza de sensibilidad, de múltiples matices que le permiten pendular entre la comedia pura y el drama íntimo, y de una capacidad para el detalle que le otorga una intensidad emocional y una credibilidad infrecuentes en el cine contemporáneo, sobre todo en el caso de una ópera prima en solitario como ésta de Greta Gerwig (solo había codirigido con Joe Swanberg Nights and Weekends en 2008). Nominada a cinco premios Oscar (mejor película, dirección, actriz, actriz de reparto y guion original), Lady Bird reconstruye las experiencias juveniles de la propia Gerwig en la ciudad de Sacramento en pleno 2002 a través de un álter ego como Christine McPherson (una notable Saoirse Ronan), que se hace llamar Lady Bird.
Brillante y prolífica actriz del cine independiente norteamericano, Gerwig se consagra con este film como una guionista y directora dueña de un mundo propio, capaz de burlarse y al mismo tiempo de regalarle a «su» Sacramento -el reverso menos glamoroso de otras ciudades californianas como Los Ángeles y San Francisco- una carta de amor fílmica. Despiadada y bella, descarnada y emotiva. Como la vida misma”.
Diego Batlle – Diario La Nación