En el intenso ahora
(No Intenso Agora, Brasil, 2017, DCP, 127’, AM18)
Documental dirigido por João Moreira Salles.
Filmada luego del descubrimiento de material fílmico registrado en China en 1966 durante las primeras etapas de la Revolución Cultural, esta película habla de la naturaleza efímera propia de los momentos más intensos. Las escenas rodadas en ese país se combinan con imágenes de archivo sobre los eventos de 1968 en Francia, Checoslovaquia y Brasil.
Selección Oficial – Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente 2017.
Mención Especial – Santiago International Film Festival – SANFIC 2017.
“Que este portentoso ensayo personal e histórico termine con el primer film de la historia (Obreros saliendo de la fábrica) no es otra cosa que prodigarle a su título un comentario indirecto que supone su relato: ¿no es el cine la aprehensión de un ahora cuya intensidad consiste en su eterna repetición? Sin embargo, la intensidad aludida aquí es otra, acaso una experiencia ontológicamente inconmensurable: la certeza consciente del revolucionario o el irracional convencimiento de que la historia en 1968 estaba girando hacia una reconfiguración total, lo que el propio filme dolorosamente desmiente. Un viaje familiar a la China de Mao filmado de forma amateur por la madre del realizador es lo que precipita también la inquietud de revisar el Mayo Francés y, en menor medida, la Primavera de Praga, la China maoísta y algunos pocos eventos similares que tuvieron lugar en Brasil. El trabajo de montaje con materiales provenientes de varias películas de la época y la aguda deconstrucción de lo que se puede ver en una imagen son tan admirables como didácticos, matizados además por el tono nostálgico del relato familiar de Salles, que permite sentir un tiempo y a su vez pensarlo. La primera escena es la revelación de un sistema de lectura y una posición del cineasta, similar a lo que el director descubría en el final extraordinario de Santiago, su film precedente: el plano es siempre la (in)consciencia del cineasta”.
Roger Koza, Con los ojos abiertos