El tiempo perdido
(El tiempo perdido, Argentina, 2020, DCP, 102’, ATP)
Documental dirigido por María Álvarez.
Un grupo de personas se reúne desde hace dieciocho años, en un bar de Buenos Aires, a leer una y otra vez el mismo libro: “En busca del tiempo perdido” de Marcel Proust. Atravesando sus recuerdos y emociones, con gran sentido del humor, el grupo le da a la novela un significado nuevo y personal.
Jueves 30/3, 15:30 y 20:30 hs.
Viernes 31/3, 18:00 y 23:00 hs.
Sábado 1°/4, 15:30 y 20:30 hs.
Lunes 3/4, 18:00 hs.
Martes 4/4, 20:30 hs.
Miércoles 5/4, 18:00 hs.
2020 Festival Internacional de Cine Documental de Ámsterdam (Holanda) / Competencia Internacional
2020 Festival de Mar del Plata – Competencia Argentina / Premio Mejor Película
2020 Festival de Gijón (España) – Competencia Tierres en Trance
2021 DocLisboa (Portugal) – Selección Oficial
2021 FEMCINE (Chile) – Competencia Internacional
2021 DOCAVIV (Israel) – Selección Oficial
2021 MAJORDOCS (España) – Competencia Internacional
2021 Sydney International Film Festival (Australia) – Selección Oficial
2021 GRABA (Argentina) – Competencia Documental
2022 FICCBA (Argentina) – Competencia Argentina – Premio Mejor Película
“Una no oye bien, la otra fue operada de la cadera. Está la que no tiene una visión perfecta, culpa de una maculopatía, y el que repite varias veces la misma historia, como si no la hubiera contado nunca. Los protagonistas de El tiempo perdido tienen entre 70 y 80 años (o más), pero realizan una proeza reservada para espíritus jóvenes: una vez por semana se reúnen en un bar de la esquina de Lavalle y Libertad (Buenos Aires), para leer los siete tomos de En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust. Siete mil páginas, a razón de varios párrafos por reunión, sin una meta estricta de tiempo (no se trata de clases; ellos lo llaman “club”). El fundador del grupo va por la quinta vez que lee la novela completa, y cada vez sigue descubriendo cosas nuevas. Como sucedía con el primer documental de María Álvarez, Las cinephilas, sobre un grupo de señoras que practican con devoción la pasión que el título indica, los protagonistas de El tiempo perdido (un título tan referencial como engañosamente autocrítico) son un grupo de ancianos a quienes una práctica artística (ser cinéfilo o bibliófilo son formas de arte) hace ser felices”. Horacio Bernades – Diario Página12