El silencio del mar
(Silence de la mer, Francia, 1949, DCP, 87’, AM13)
Dirección: Jean-Pierre Melville. Con Howard Vernon, Nicole Stéphane.
En una pequeña ciudad de la Francia ocupada, en 1941, un oficial del ejército alemán, Werner von Ebrennac, se aloja en casa de una peculiar pareja: sobrina y tío. Este último, ya anciano, ha adoptado la determinación de no dirigirle la palabra; acepta la situación de los invasores pero no quiere ninguna relación con ellos. Sin embargo, la sobrina, aunque respeta ese silencio, parece totalmente abstraída con los soliloquios del oficial alemán sobre música, política, arte o humanidades.
“Se han hecho tantísimas películas sobre la ocupación nazi y sobre la Segunda Guerra Mundial en general que pequeñas joyas como ésta se disfrutan doblemente. El silencio del mar propone una visión diferente y fascinante que no busca condenar, dar a entender moralejas ni dividir a sus personajes en buenos o malos. Werner von Ebrennac representa algo incómodo pero real, aquellas personas cultas e inteligentes que creían sinceramente en el nazismo. Pese a su inocente visión de la relación entre Alemania y Francia que luego acaba lógicamente desmontándose, Von Ebrennac no deja de ser alguien que justifica la barbarie nazi. Es un personaje que se hace simpático al espectador y que a veces resultaría hasta convincente en sus argumentos si no fuera porque ya conocemos la triste realidad histórica. En contraste, el anciano y su sobrina, que son víctimas de ese conflicto, resultan casi más antipáticos que el oficial en su persistencia de negarle una respuesta. Melville nos muestra una forma de violencia más sutil y psicológica que la que se ofrece en el cine bélico”. (https://www.elgabinetedeldoctormabuse.com)