El libro de imagen
(Le livre d’image, Suiza / Francia, 2018, DCP, 84’, AM16)
Dirección: Jean-Luc Godard.
Godard vuelve a los recursos de su Histoire(s) du Cinéma, para reflexionar sobre el cine, pero también para atacar aquí con diversas ideas, citas, frames, clips, canciones y su propia voz en off, a un panorama político de la imagen, de sus usos, apropiaciones y sentidos, aludiendo a la relación de occidente con los países árabes, el orientalismo, el poder de Rusia y los resultados de los conflictos y terrorismo actuales.
Palma de Oro Especial y Premio Especial – Cannes Film Festival 2018.
Selección Oficial – San Sebastián International Film Festival 2018.
En El libro de imagen, Jean-Luc Godard continúa con su exploración política de los materiales cinematográficos y su exploración material de la política cinematográfica. Este juego de palabras –propio de los que suelen aparecer en sus películas– se refleja claramente aquí al punto que bien podría hablarse de dos filmes en uno. Volviendo a usar un godardismo de ocasión: está el filme que discute las ideas de lo que es el cine y el que discute lo que es el cine de las ideas.
Diego Lerer – Micropsia
Desde que abandonó el cine narrativo, Godard se convirtió en un artista que divide. Por un lado están sus exégetas, que lo consideran una suerte de divinidad, un profeta dueño de una mirada genial sobre los temas más diversos y encuentran un significado especial en cada uno de sus planos. Por otro están sus detractores, que se irritan y lo odian de manera visceral, que lo ven poco menos que como un anciano caprichoso y presuntuoso. Una batalla dialéctica, estética e ideológica con bandos a esta altura irreconciliables.
En la línea de sus trabajos previos (Film Socialisme, Adiós al lenguaje), El libro de imagen es una acumulación de imágenes, sonidos, carteles, citas y narraciones que funcionan asociándose, distorsionándose, potenciándose. Godard, a los 87 años, es como un DJ que samplea todos los elementos a su disposición. La violencia política y el sufrimiento humano son las principales obsesiones de este film que surfea por Rusia y el mundo árabe, por la actualidad de los ataques terroristas, aunque todo el tiempo regresa a hechos del pasado ligados a todos los «ismos» (comunismo, nazismo, judaísmo, etcétera).
No faltan las citas literarias (Malraux, Goethe, Rimbaud) ni los fragmentos cinéfilos (escenas de Fenómenos hasta Johnny Guitar), pero más allá del patchwork visual, de esa apuesta siempre experimental en el tratamiento de las imágenes y los sonidos, Godard se muestra desesperanzado, agobiado, enojado y rebelde cual joven punk respecto de las miserias, contradicciones y los abusos de las clases dirigentes. La política -nos recuerda- está al servicio del poder y los intereses más oscuros y nefastos.
Diego Batlle – Diario La Nación
Jueves 7/2, 15:30 y 20:30 hs.
Viernes 8/2, 18:00 y 23:00 hs.
Sábado 9/2, 15:30 y 20:30 hs.
Domingo 10/2, 18:00 y 23:00 hs.
Lunes 11/2, 20:30 hs.
Martes 12/2, 18:00 hs.
Miércoles 13/2, 20:30 hs.