Dry Martina
(Dry Martina, Chile / Argentina, 2018, DCP, 100’, AM16)
Dirección: Che Sandoval. Con Antonella Costa, Patricio Contreras.
Martina es una cantante argentina que fue famosa en los 90 y que hoy ya nadie recuerda. Sus cuarenta se avecinan entre la frigidez y el desencanto por el amor. La llegada de una joven pareja de chilenos cambiará todo: Francisca, una fanática que está convencida de que ellas dos son hermanas; y César, que con una mirada le devuelve el deseo sexual.
2018: BAFICI – Selección Oficial, Competencia Internacional
2018 Tribeca Film Festival – International Premiere
“Después de haber dejado un concierto por la mitad, la cantante pop Martina sale a la puerta de su casa a atender a una fan. Tienen una pequeña discusión y Martina le da un cachetazo. La chica responde con otro. Martina la agarra de los pelos y empiezan a pelearse. El del jovencísimo Che Sandoval (Santiago de Chile, 1985) es un cine físico, aunque sea más que nada puro diálogo. Los personajes de Sandoval hablan mucho, pero de cosas concretas, primarias incluso. Físicas, las más de las veces. Cómo les va con el otro sexo, si el otro u otra quiere coger, si el otro u otra está cogiendo con el amigo de una o uno, si el otro aceptaría recibir una trompada a cambio de una paga, si el otro no se levantaría el pantalón porque se le ve la raya del culo y queda feo. A los personajes de Sandoval coger les cuesta más que hablar de coger. A los varones, sobre todo. Uno de los protagonistas de su ópera prima, Te creís la más linda (pero erís la más puta) (2008) sufre de eyaculación precoz. El de su segunda película, Yo soy mucho mejor que voh (2013), de odio por el otro sexo. En Dry Martina –primera película argentina de este chileno que vive un poco acá y otro poco allá–, el de Antonella Costa sufre de sequedad vaginal. De allí el título, genial, porque encima dialoga con el chilenismo “seco”, que quiere decir justamente eso. Genial, o cool, o buenísimo.
Uno, dos, tres, muchos más Ches se necesitarían para sacudir el pacato árbol del cine argentino, siempre tan ocupado de sensatez y sentimientos, como si el mundo físico no existiera o fuera cosa de negros, no de la clase media que lo produce y lo consume. En Dry Martina se coge mucho, tal vez como forma de compensar lo poco que se coge en el cine de acogida (con perdón por el juego de palabras) del autor”.
Horacio Bernades, Diario Página12
Jueves 30/8, 15:30 y 20:30 hs.
Viernes 31/8, 18:00 y 23:00 hs.
Sábado 1°/9, 15:30 y 20:30 hs.
Domingo 2/9, 18:00 y 23:00 hs.
Lunes 3/9, 20:30 hs.
Martes 4/9, 18:00 hs.
Miércoles 5/9, 20:30 hs.