Jueves 7 al miércoles 20 de marzo
Invita: Instituto Italiano de Cultura de Córdoba
“Para Federico Fellini (Rímini, 1920-1993) su vida era el cine y este, el medio divino para narrarla. Sentado en el estudio de Cinecittà, experimentaba la emoción de entregar sus sueños y sus fantasmas a un trozo de celuloide. ‘Hago películas porque me gusta sobre todo explicarme a mí mismo’, decía. Y lo hacía a corazón abierto, como un regalo a los espectadores que luego, en la oscuridad de las salas de los cines, podían reconocerse en las cuitas personales de un Fellini que jugaba a ser Dios mirando a través del ojo de una cámara”. Román Gubern
Por Guillermo Franco
De Fellini nos gustaban muchas cosas.
Nos gustaba que se peleara con los productores. Era una buena señal.
Nos gustaba lo amigote que era de Marcello Mastroianni, porque claro, amábamos las películas con el caro Marcellino.
Nos gustaban (nos gustan) esas mujeronas doble pechuga a las que convertía en sus actrices. Admirábamos la forma que tenía de reclutarlas: publicaba un aviso clasificado en el Corrière de la Sera que decía “Il signor Fellini sta preparando un nuovo film e gli piacerebbe incontrare chiunque lo vuole incontrare” (“El señor Fellini prepara una nueva película y le gustaría encontrar a cualquiera que quiera encontrarlo”).
Cómo inventaba el gran Federico sus recuerdos, era una de las cosas que más nos gustaba. Mentía que daba asco. Pero lo hacía honestamente: “La mentira es siempre más atractiva que la verdad. Es el alma de todo espectáculo. La ficción puede conducirnos a una verdad más aguda que la realidad cotidiana y aparente. No es necesario que las cosas que se muestren sean auténticas. Generalmente es mejor que no lo sean. Lo que tiene que ser auténtico es la emoción que se experimenta viéndolas y expresándolas”.
Sus películas nos fascinaban porque eran la prueba de que a los sueños no se los graba con electrodos implantados en la testa, sino con celuloide girando a veinticuatro fotogramas por segundo.
Al (neo)rrealismo italiano le sumó fantasías, caricaturas, espíritu, metafísica, poderes sobrenaturales… y lo convirtió en recontrarrealismo.
Y los títulos de sus películas… ¡Ah, qué títulos!: I VITELLONI, LA DOLCE VITA, LA VOCE DELLA LUNA….
Nos gustaban igualmente sus imágenes porque -en una misma secuencia- era capaz de juntar a una vaca de dieciocho tetas con una compañía de enanos bailaores.
Fellini nos gustaba por típico acuariano: inventivo y loco, pero también intolerante y mandado a hacer para los escándalos. ¿Cómo no nos iba a gustar, si con su varita mágica fue el primero en sacudirle la modorra fascista a Cinecittá?
Nos gustaba il maestro porque jamás le filmó la segunda parte a ninguna de sus películas. “¿Es que no existen nuevas historias por contar?”
Nos gustaban, como a él, el circo y las historietas (sobre todo Flash Gordon).
Y los mares de hule.
Y las lunas que parlan si uno las escucha.
Y los locos (en este mundo de idiotas).
Y Fred Astaire.
Y Laurel
y Hardy.
Y nombres como Gelsomina
y Zampanó.
El 31 de octubre de 1993 murió en Roma. ¿Dónde si no?
Uno sabe que esas cosas ocurren.
Porque lo aprendimos del propio Fellini cuando decía: “La realidad distorsiona la vida”.
Cineclubmunicipal® Todos los derechos reservados
–Instructivo para inscribirse a seminarios/talleres.
-Una vez seleccionado el seminario/taller que te interese, deberás acceder al botón “Suscripción socio” o “Suscripción No Socio” según corresponda.
-Luego completá los datos de la suscripción con tu tarjeta de crédito o débito.
-Finalmente, el sistema te direccionará a un formulario que deberás rellenar con los datos de la persona que se inscribe al taller y así concluir la suscripción.
– El cobro de dicha suscripción se aplicará el día 10 de cada mes, pudiendo cancelarla sin cargo antes de esa fecha, de lo contrario se debitará la cuota correspondiente.
-Para ver el estado de tu suscripción o cancelarla podrás ingresar acá con usuario y contraseña (estos datos te llegan por correo electrónico al momento de registrarte).
-No se reciben pagos por clase individual o por fracción de mes.
-No se reciben transferencias.
Ante cualquier consulta, podrás comunicarte con nosotros a administracion@cineclubmunicipal.org.ar
¡IMPORTANTE!
Al momento de suscribirte estás abonando la cuota del mes en curso y quedás adherido al débito automático mensual de las demás cuotas del seminario/taller.
En caso de que no quieras adherirte al débito automático mensual, podés acercarte al Cineclub Municipal y abonar en efectivo o con tarjeta de débito. La cuota es mensual y se abona del 1 al 10 de cada mes, sin excepción. En caso de abonar fuera de esa fecha, se cobrará un recargo del 10% sobre el valor de la cuota.
¡Muchas gracias!